
La cuestión de todo esto es que una espera innecesaria y aburrida me hizo dar vueltas sobre el mismo lugar en el que me encontraba. Veía lo mismo de siempre y mis sensaciones eran un reflejo en un pasillo de espejos... una imagen infinita que se repetiría hasta el día de mi muerte... recuerdos que apenas parecen variar con el tiempo aunque los cambios hayan tenido lugar.

El aburrimiento, la curiosidad y tantas preguntas por responder me hicieron plasmar esas imágenes que me rodean sin significado alguno. Una me llevaba a la otra y la casualidad hacía el resto.

La lejanía y la cercanía pasan a significar lo mismo, aunque quizás sería mejor darse cuenta que son términos equívocos. El uno significa el otro y la ausencia del otro no es nada. Una definición errónea que nos dice que lo cercano es apenas imperceptible debido a una rutina que todo lo borra. Realmente está lejos de nosotros. Lo lejano se nos hace apetecible, algo nuevo que ansiamos con los brazos abiertos... es por ello que realmente está muy cerca, vive con nosotros.

No hay respuestas para todas las preguntas y no hay preguntas para todas las verdades. Creamos nuestra propia realidad y es ella quien marca las pautas de nuestro destino.

- ¿No puede ser que todo esté escrito antes de empezar?
- No, me niego a a creerlo.

1 comentario:
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Es demasido perfecto para estropearlo con palabras
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