lunes, 21 de septiembre de 2009

La didáctica de mis miedos

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Abro los ojos y aún en las penumbras puedo distinguir el afable y opresor reconocimiento de mi rutina. Mi hogar, mi refugio, el escondite donde mis secretos se hacen realidad. El desorden me invade, me estropea y me desestabiliza, pero no me molesta, simplemente convive conmigo.

Abrazado a la almohada, intentando controlar mi respiración, sacando los pies por fuera de la manta, mi corazon late con fuerza. Un vacío prolongado se intensifica ante el desconocimento de su razón de ser. Un mosquito se acerca hasta mi oído derecho para hacerme saber que no estoy solo. No estoy solo, no estoy solo, pero ¿y que si lo estoy? De hecho, es más, quiero estar realmente solo... ¿realmente es lo que quiero?

Empezar de cero una vez más es lo que deseo, dejar todo atrás. Puede que cometa un error o puede que el tiempo me de la razón... y total ¿que más da?

Miro hacia delante, pero es inevitable que una serie de interrogantes conformen la didáctica de mis miedos... aún así no les haré caso. Incluso llego a pensar que son ellos los que me motivan a seguir. Se me imponen como una mastodóntica barrera que, en principio, deberían de paralizarme, pero todo lo contrario, me dan fuerzas para decir que no, que esto no va a quedar así, y como buen aries ir de cabeza hacia ellos, caiga quien caiga, pase lo que pase...

Todo está por escribir, nada está dicho y mucho menos hecho. La cuenta atrás ya ha empezado desde hace un tiempo: tic, tac, tic, tac...

miércoles, 16 de septiembre de 2009

69.

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(...) Ocurrió lo que nadie esperaba, en la ciudad de Madrid, una enorme llama olímpica, un rascacielos denominado Windsor, comienza a arder a eso de las 11:30 de la noche, los bomberos no pueden hacer nada, la columna de humo se ve desde las ciudades adyacentes, el incendio persiste hasta el mediodía siguiente y miles de habitantes, después de comprar la prensa y el pan, se acercan a ver cómo se consume y retuerce el edificio en aquella soleada mañana dominical de febrero. Simultáneamente se está celebrando en esa misma ciudad la Feria de Arte Contemporáneo, ARCO, ya sabéis, y aquel día la afluencia de público a la feria baja un 50%. A ver, decidme, ¿qué prefirió la gente?, yo mismo os contesto, pues está claro que contemplar el edificio humeante, la verdadera obra de arte. Y si no, haced la prueba: si ahora, aquí, cualquiera encendiera un fósforo, ya veríais como, inconscientemente, todo el mundo dirigiría la vista hacia esa llama. Pero además, hay otro asunto, y cuidado, es un secreto, sé que fue una obra de arte porque la hice yo.

Nocilla Experience, Agustín Fernández Mallo (2008)

sábado, 5 de septiembre de 2009

Buscando un beso a medianoche


Simple y sencilla, realista y mágica... me ha encantado esta película.

Las cosas pasan, tienen un principio y un final y tras ello a otra cosa... así es. Todo en nuestras vidas pende de un hilo, así que debemos disfrutar antes de que este se rompa.

Os la recomiendo...

jueves, 3 de septiembre de 2009

Bendita ignorancia

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Es una idea que siempre me ha rondado por la cabeza y mientras más sufro por cualquier devaneo mental, cada vez estoy más convencido de ello:

Si tienes la desgracia de no ser tonto, no quieras saber más


El exceso de información crea dependencia y paranoia incontrolable. Consulte con su médico antes de indagar en la wikipedia