sábado, 8 de noviembre de 2008

Divagaciones

camino

Ahora mismo tengo una mano rota y escribir me resulta un tanto incómodo. Aún así me gustaría hacer alguna que otra apreciación. Ni siquiera se sobre que, pero me apetece dejarme ir mediante el uso de la palabra.

- ¿Que leo?
- "Tokio Blues", de Haruki Murakami. Me parece un libro fascinante, bello y evocador. Watanabe, Naoko y Midori son grandísimos personajes que nos muestran que, una vez superadas las barreras sociales y culturales, todos estamos hechos de la misma pasta.

- ¿Que escucho en este preciso instante?
- Son las 14:01 del sábado y ahora mismo suena "Ship going down" de HEXES & OHS. Aún así, el track que más me gusta es "Seems so elementary". El estribillo, sobre todo en la parte final, es muy grande: Save from me!!!

- ¿Que tengo pensado hacer ahora?
- Debería de comer, pero no me apetece. La verdad que por mi cuenta no es que coma mucho, pero con mi madre o con Luis, mi compañero de piso, si que lo hago. Con Luis mantengo grandes conversaciones. Ademas nos reímos mucho... de nosotros mismos, de la vida, de lo que nos rodea... no hay nada como el sentido del humor. Con él si que cocino, nos motivamos mutuamente y ambos somos bastante apañados para sacarnos un buen plato bien rico y sano de la nada.

- Muy bien, pero ¿que tienes pensado hacer ahora?
- Pues estoy descargando "When Nietzsche wept", una peli basada en la novela de Irvin D. Yalom. La verdad que no la conocía, pero pinta bien. Mientras tanto veré la última de "X-Files" llevada a la gran pantalla por su propio creador... el espíritu "freaky" sigue en mi y en su época ya veía esta serie... así que toca.

- No me lo digas, pero intuyo que ni tan siquiera has salido de tu cuarto.
- Pues la verdad es que no. Me he despertado a las nueve y media y solo entraba algo de luz por los pequeños huecos de la persiana cerrada. He encendido la lampara de la mesilla de noche y me he puesto a leer. Ultimamente me siento muy cómodo en mi cuarto. Parece un continuo encuentro con mi persona, de hecho lo es. Estoy contento y ninguna pena ni amargura puede romper ese encanto. Siento algo que he buscado toda mi vida. Aún no lo puedo tocar, pero lo veo delante mía... y es precioso.

- Pareces emocionado...
- Probablemente, es algo nuevo para mi y me gusta pase lo que pase.

- Me alegra escuchar esto.
- Y a mi.

- Bueno, te dejo para que sigas con tus cosas.
- Muy bien, no te vayas muy lejos ¿vale?

- Tranquilo, no me voy a ir.

sábado, 1 de noviembre de 2008

Primera noche fuera del paraiso

deseos

Nunca pensé que salir de una rutina costase tanto. Usos y costumbres que se han repetido a lo largo del tiempo. Necesidades ocultas que pedían a gritos una solución. Tan alto era su reclamo que se optó por la vía fácil. Autoengaños, alcohol, psicotrópicos, cualquier cosa era válida para sacar aquello que de forma natural nunca fui capaz. Mi cerebro aprendió rápido, uno más uno es dos, tan simple que adoptó una forma de vida propia, ocultando en el camino aquello por lo que realmente debía luchar.

Hoy, ajeno a todo lo que ocurría a mi alrededor, he comprobado con alegría que eso no es lo que quiero en mi vida, pero en el fondo, ese lado oscuro que todos llevamos dentro y que me ha dominado durante tanto tiempo, ha puesto las cartas sobre la mesa. He sido fuerte y más que lo seré, pero es inevitable sufrir las consecuencias. Todos aquellos problemas, frustaciones y demás basura emocional salen a flote excesivamente rápido. No me asusta, pero mentiría si no dijese que en cierto sentido me siento frustrado. No sabría muy bien explicar el porqué, pero ocurre.

Pensamientos insistentes que brotan del subconsciente. Nada es lo mismo, pero nada ha cambiado. Son las 6:21 horas de la mañana y me encuentro despierto y alerta. Todo esta bien, lo sé. Me siento orgulloso de mi mismo, solo queda esperar que el tiempo pase, ser paciente y constante. Se que lo conseguiré, no tengo la menor duda. Veo la luz al final del camino, pero lo mejor de todo es que tras esa luz queda un maravilloso mundo por descubrir.

Es hora de que mis deseos se hagan realidad.