Sabes que las cosas cambian con el tiempo, pero aun así, incluso deseándolo, parece una quimera realizable pero que, de forma involuntaria, se diluye lentamente. Comienzas a ver esa nueva realidad al otro lado. Es como observar desde ojo ajeno a través de un tubo de variante dimensional. No parece real, pero está pasando. Lentamente el momento se irá haciendo presente. Gruesos nudillos tocaran a tu puerta para recordarte que no puedes huir. Escapar no es ni tan siquiera una idea, todo lo contrario, pero si es verdad que cierto temor se apodera de tus pensamientos. Aun así, aun queda mucho tiempo y la irrealidad parece ser predominante en estos primeros días.
Es curioso ver cómo el pensamiento establecido como deseo se diluye en diferentes ideas, para así rebajar la intensidad de lo que está por suceder. Sucesos, acciones y reacciones, metodología, responsabilidad y paciencia. Tantas cosas por las que ir pasando de puntillas pero con la necesidad de dejar huella. Una impronta que nos recuerde que avanzamos en esta vida hacia algún lugar. Creo que ahora hará sentido y el recuerdo de lo que una vez fuiste quizás haya servido para algo.
¿Cómo es que cambiamos tanto a lo largo del tiempo? Recuerdo a aquel joven indisciplinado, rebelde y seguro de sus logros. También eres consciente de cómo estos han ido palideciendo a lo largo del tiempo sin tan siquiera haberte dado cuenta. Esto no es una cuestión de sueños rotos o irrealizables, tan solo se trata de una puesta en escena realista en la que tú, como personaje principal, has pasado a ser un figurante más de esta épica obra llamada Vida. Bueno, quien dice épica, dice melodramática, cómica o terrorífica, todo según el prisma con el que se mire.
Nada está atado a los confines del tiempo para permanecer en su mismo estado. Las cosas cambian, lo sabes. Las palabras se las lleva el viento, también lo sabes. Los pensamientos y sus ideas evolucionan, creo que eres consciente de ello. Y así, como otras tantas cosas que nunca fueron destinadas a durar, aunque en un principio pensáramos que así sería. Tanta contradicción, tanta devoción como falta de acción. Tanto de todo y tan poco de nada.
Y así permaneces. Esperando la pregunta para aquella respuesta que deseas. Creyendo saber aquello que nunca nos planteamos pero que siempre estuvo presente en nuestros pensamientos. Tanta espera arrinconada se ha hecho plausible y de una vez por todas parece que uno de los capítulos más importantes de tu vida está por comenzar.
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